En la misma época en la que Lucien Ruidaux pintaba sus ilustraciones premonitorias de lo que sería el aspecto redondeado y sin demasiadas aristas de la superficie lunar que se iban a encontrar los tripulantes de la nave Apolo 11 y los investigadores de las bases soviéticas a las que llegaban las imágenes de las expediciones Luna, Scriven Bolton, astrónomo y artista, como Ruidaux, seguía pensando que el relieve lunar era escarpado, con formaciones rocosas más propias de un territorio caprichosamente erosionado por el clima. Sus imágenes, muy parecidas a las incluidas por Henry White Warren en su Recreations in Astronomy, acompañaban artículos de divulgación astronómica. Para elaborarlas utilizaba una técnica que consistía en hacer una maqueta de plastilina o arcilla y fotografiarla a continuación con una iluminación efectista. Sobre esa base pintaba un supuesto cielo.
