Publicado en Ágora, papeles de arte gramático, nº 11
primavera-verano 2022, pp. 14-33
«Sophia de Mello Breyner Andresen, la poesía como punto de partida»
Descargar pdf
Sophia de Mello Breyner Andresen, la poesía como punto de partida.
Por Paco Carreño
Pártase de cualquier punto. Todos son iguales. Todos llevan a un punto de partida.
Antonio Porchia
Solo escribo para exaltaros
Oh sentidos, oh sentidos amados
Enemigos del recuerdo
Enemigos del deseo.
Guillaume Apollinaire
El poeta como eterno aprendiz
Percibir poéticamente es percibir por primera vez, perseguir focos de deslumbramiento camuflados entre los pliegues cotidianos, fundar en los sentidos la posibilidad de una revolución permanente, saltar sobre lo establecido. Michaux lleva ese sentido incoativo a la definición de la propia poesía, hasta llegar a ver en el acto poético una victoria sobre la inercia. El poeta, al que relaciona con Prometeo sin nombrarlo, sería para él un exorcista de los males de la civilización, sensible a las atmósferas irrespirables, dedicado a encontrar ventanas que nos pongan de nuevo en contacto con el horizonte, con lo ilimitado, con el reto de seguir buscando, envueltos en el misterio de un infinito que tira de nosotros y nos entrega en manos de un destino superior a nuestra limitada subjetividad. No se trataría tan solo de una victoria sobre la inercia de la época. Su alcance ha de afectar también a las amenazas de indolencia y apatía que se ciernen sobre el propio sujeto que escribe.